Hoy he podido ver en las noticias una curiosa y esperanzadora iniciativa educativa protagonizada por alumunnos de la ESO de un instituto de Oviedo, que han hecho un vídeo basándose en el famoso éxito de los 80 "NO CONTROLES" del grupo mexicano "Flans", contra la violencia de género.
Ciertamente la canción bien puede ser un buen exponente de una de las facetas que puede tener la violencia machista.
La no tolerancia social, y la educación de los jóvenes de hoy en valores de respeto y de tolerancia, son sin duda la mejor arma para combatir esa lacra de "terrorismo doméstico" que es la violencia de género, la violencia machista, que tiene su desgraciado desarrollo en el ámbito familiar, y en donde, muchas veces también, son víctimas los hijos.
La independencia, autonomía y suficiencia de la mujer, son de vital importancia también para evitar que muchas de las que hoy fallecen, mueran por verse obligadas a una convivencia con sus maltratadores, por no tener un medio para ganarse la vida por ellas mismas, dependiendo económicamente de quienes las maltratan.
Educación y formación nuevamente, se plantean como la herramienta fundamental para combatir este grave problema de la sociedad de nuestro tiempo.
Como individuos y como sociedad, debemos solidarizarnos y mostrar nuestra más absoluta comprensión y apoyo hacia todas las personas que sufren la violencia de género y también doméstica en el ámbito familiar, porque es sin duda, un cáncer que daña gravemente la unidad básica de nuestra sociedad, la familia, que es el núcleo en el que ha de formarse el individuo.
No resulta nada fácil atreverse a denunciar las agresiones y malos tratos sostenidos en ese ámbito, y muchas veces se llega a ello, cuando la situación ya ha llegado a un caso extremo y por tanto insostenible tanto para la convivencia, como para la integridad física y psíquica de quienes son maltratad@s.
El apoyo moral a las víctimas y tolerancia cero a los maltratadores, debe imponerse como una necesidad independientemente del género, porque no son sólo las mujeres las que han de sacar "tarjeta roja" al maltratador, sino también los muchos hombres, que no entienden, no comprenden, no comparten, no toleran ni asumen, este proceder violento por parte de sus iguales, que se ceba fundamentalmente, contra quienes son más vulnerables en el seno de su propia pareja y/o familia.
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