Hoy día internacional del trabajo, es el 1º de Mayo más negro del que se ha tenido noticia en materia de empleo en España. Más de 4.600.000 personas (más del 20% de la población activa), no tienen empleo con el que poder ganarse la vida.
El paro, es la más dramática de las consecuencias de la profunda crisis económica global, la mayor en 80 años, y que se está cebando en España con unas tasas de desempleo, impropias de un país, que pasaba por ser la quinta economía de la Unión Europea y la octaba del mundo por PIB.
Los problemas de la economía española son particulares, al margen de la crisis global, España presenta una particular patología que es consecuencia de estas elevadísimas tasas de paro, que si no se atajan con medidas adecuadas, pueden llevar a un progresivo endeudamiento de las cuentas públicas, y a un empobrecimiento del país, con las tensiones de orden social y político que todo ello puede conllevar, y que pese al esfuerzo por el sostenimiento de la PAZ SOCIAL, empiezan a manifestarse.
La debilidad de nuestro tejido productivo, su escasa competitividad en los mercados internacionales, la baja productividad, el bajo perfil formativo de nuestros jóvenes, especialmente en las cohortes de edad situadas entre los 16 y 25 años (que supone aprox. el 40% del total de parados), son los lastres de los que adolece un modelo productivo, que se ha basado en los últimos años, del tirón que en materia de empleo supuso el sector de la construcción, con un bajo perfil formativo en la mano de obra empleada, al amparo de un BOOM INMOBILIARIO, que ha endeudado a las familias españolas, por más del 80% del PIB, muchas veces, por hipotecas, cuyo valor estaba entre un 15 y un 25% sobredimensionado respecto a su valor real, algo que agrava todavía más la coyuntura descrita, y que puede suponer, y de hecho está suponiendo, un rápido empobrecimiento de las familias, incrementando el número de personas en situación de vulnerabilidad, que exigen una atención de protección, a un estado, con cada vez menos recursos y más endeudado.
En este escenario, son muchas las voces críticas que hablan de la llamadas REFORMAS ESTRUCTURALES, en materia sociolaboral, en donde lo que está en cuestión es LA SOSTENIBILIDAD DEL ESTADO DEL BIENESTAR.
El diálogo social entre patronal, gobierno y sindicatos; continúa estancado, sin visos de poder llegar a un acuerdo intermedio, que pueda dar respuesta a las necesidades de un mercado laboral como el español, que genera tanto desempleo.
La cuestión, es que parece, que la crisis, además de las causas objetivas que la motivan, está siendo aprovechada por ciertos colectivos, para generar el clima favorable necesario, para abordar unas reformas que les benefician en el sentido de ver satisfechas, muchas de sus viejas aspiraciones sociales, manejando para ello, el grifo del desempleo.
Si bien es cierto que el mercado laboral necesita de reformas tendentes a su simplificación, y flexibilización, es también evidente, que eso se puede hacer , sin recortar con ello derechos de los trabajadores, que fomenten la competitividad a la baja y la precariedad salarial y de las condiciones de trabajo, pues es precisamente ese modelo, de empleo masivo, de escaso valor añadido, de bajo perfil formativo, el que ha primado a lo largo de los últimos 15 años, y el que ha propiciado unas tasas de paro tan elevadas como las que tenemos en contraste con las países de nuestro entorno, donde un 40% de los parados son jóvenes entre 16 y 25 años, y una juventud sin futuro, es intolerancia en estado puro.
El sector servicios es con diferencia el que más trabajadores ha situado en la colas del paro en San Fernando, seguido de la contrucción y la industria.
Sorprende sobremanera, la poca incidencia que sobre el empleo del municipio tiene la industria instalada en nuestro término municipal. La mayor parte del empleo industrial generado en el municipio, no revierte efectivamente en empleos sobre residentes en el mismo, en buena medida, porque el perfil formativo curricular y la oferta de formación profesional, tiene escasa relación con lo que demanda el tejido empresarial del municipio, algo, que junto al alto fracaso escolar, agrava aun más si cabe el problema del desempleo, especialmente en los sectores de población más jóvenes, pese a que el paro juvenil en San Fernando (entre 16 y 24 años) se sitúe en torno al 9% de la población activa de ese grupo de edad, lo cual es bastante menos que ese 40% de la media nacional, no obstante ese grupo de jóvenes parados sanfernandinos, son con toda seguridad, los que más necesitados están de políticas activas de formación para el empleo, así como de complementar su formación reglada, para precisamente, poder competir en mejores condiciones por un puesto de trabajo.
Lamentablemente, ésto debíamos haberlo hecho antes, pues ahora los recursos son más limitados, y el esfuerzo necesario, que va más allá del mero hecho de planificar, tendrá que ser mucho mayor para su materialización, y requerirá, con toda seguridad, del esfuerzo colectivo de toda una generación.
Como delegado sindical por CC.OO, presidente y secretario del comité de empresa de una fábrica que en enero de 2008 empleaba a cerca de 300 trabajadores, y ahora mantiene el empleo de poco más de 200, conozco de primera mano el drama del desempleo en personas y familias, y me he determinado en el sentido de propiciar cuantas medidas fuesen precisas, primeramente para la preservación del empleo, en lo cual es ineludible garantizar la pervivencia y viabilidad de la empresa, procurar que quienes han perdido sus empleos, salieran con las mejores condiciones económicas posibles, y vigilando, por que las condiciones sociales, laborales y económicas de quienes lo conservan, no sufrieran un retroceso lesivo a sus intereses. Estoy convencido, de que desde los sindicatos se hace una labor importante, que yo como delegado tengo íntimamente asumida, y tengo asimismo el convencimiento, de que podemos hacer más, desde el nuestro quehacer diario, como trabajadores que somos.
Mi solidaridad con tod@s los trabajadores-as en situación de desempleo, y mis sinceras disculpas, como representante sindical, sin en mucho o en parte, no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias.
Un saludo desde la confianza en la esperanza de un futuro mejor, que depende en buena medida de nuestro esfuerzo.
El diálogo social entre patronal, gobierno y sindicatos; continúa estancado, sin visos de poder llegar a un acuerdo intermedio, que pueda dar respuesta a las necesidades de un mercado laboral como el español, que genera tanto desempleo.
El planteamiento de los sindicatos parte de la base de considerar, cómo se puede reducir el paro, reduciendo los costes del despido.
Cómo se puede garantizar el sostenimiento del sistema de pensiones, reduciendo los puntos de cotización empresarial a la seguridad social por trabajador.
La cuestión, es que parece, que la crisis, además de las causas objetivas que la motivan, está siendo aprovechada por ciertos colectivos, para generar el clima favorable necesario, para abordar unas reformas que les benefician en el sentido de ver satisfechas, muchas de sus viejas aspiraciones sociales, manejando para ello, el grifo del desempleo.
Si bien es cierto que el mercado laboral necesita de reformas tendentes a su simplificación, y flexibilización, es también evidente, que eso se puede hacer , sin recortar con ello derechos de los trabajadores, que fomenten la competitividad a la baja y la precariedad salarial y de las condiciones de trabajo, pues es precisamente ese modelo, de empleo masivo, de escaso valor añadido, de bajo perfil formativo, el que ha primado a lo largo de los últimos 15 años, y el que ha propiciado unas tasas de paro tan elevadas como las que tenemos en contraste con las países de nuestro entorno, donde un 40% de los parados son jóvenes entre 16 y 25 años, y una juventud sin futuro, es intolerancia en estado puro.
San Fernando de Henares, uno de los municipios con una tasa de fracaso escolar por encima de la media de la CAM, y nacional; ha pasado de tener 1567 parados en septiembre de 2007 a 3134 en Abril de 2010. De septiembre de 2008 a septiembre de 2009, el paro se incremetó en prácticamene 1000 personas.
El sector servicios es con diferencia el que más trabajadores ha situado en la colas del paro en San Fernando, seguido de la contrucción y la industria.
Sorprende sobremanera, la poca incidencia que sobre el empleo del municipio tiene la industria instalada en nuestro término municipal. La mayor parte del empleo industrial generado en el municipio, no revierte efectivamente en empleos sobre residentes en el mismo, en buena medida, porque el perfil formativo curricular y la oferta de formación profesional, tiene escasa relación con lo que demanda el tejido empresarial del municipio, algo, que junto al alto fracaso escolar, agrava aun más si cabe el problema del desempleo, especialmente en los sectores de población más jóvenes, pese a que el paro juvenil en San Fernando (entre 16 y 24 años) se sitúe en torno al 9% de la población activa de ese grupo de edad, lo cual es bastante menos que ese 40% de la media nacional, no obstante ese grupo de jóvenes parados sanfernandinos, son con toda seguridad, los que más necesitados están de políticas activas de formación para el empleo, así como de complementar su formación reglada, para precisamente, poder competir en mejores condiciones por un puesto de trabajo.
En general, el paro en San Fernando, pese a todo, con 3134 parados para una población activa de algo más de 30.000 personas (30.673), se sitúa en unas tasas del 10, 21%; que es algo menos de la mitad de la media nacional.
Puede parecer, que no son datos negativos, pero cuando se viene de unos índices de paro de la mitad de los actuales en 2007, con una tasa de paro de entorno al 5%, dentro del umbral de lo que se conoce como PLENO EMPLEO, la evolución habida, es sin duda, claramente negativa como bien se puede ver en los gráficos expuestos, que son de elaboración propia, a partir de datos del INE y la CAM.
En clave local, tengo el convencimiento, de que el nuevo modelo productivo que necesita España en el caso de San Fernando, se tiene que traducir en una política integrada CAM y AYUNTAMIENTO, tendente a mejorar la oferta formativa de los más jóvenes, en estrecha relación con el tejido productivo del municipio y su comarca, favorecer los planes de reciclado y formación continua de trabajadores en activo, integrando la posibilidad de que pueda hacerse ello a través del acceso a la formación profesional reglada, favoreciendo la compatibilidad entre formación y trabajos en razón de la diversificación de horarios, a la par que avanzar en un modelo de desarrollo local, que prime fundamentalmente un desarrollo industrial-productivo diversificado, de mayor valor añadido, lo que requiere una mayor implicación pública en la gestión de esos nuevos desarrollos, como garantía para su ejecución y calidad.
Lamentablemente, ésto debíamos haberlo hecho antes, pues ahora los recursos son más limitados, y el esfuerzo necesario, que va más allá del mero hecho de planificar, tendrá que ser mucho mayor para su materialización, y requerirá, con toda seguridad, del esfuerzo colectivo de toda una generación.
Como delegado sindical por CC.OO, presidente y secretario del comité de empresa de una fábrica que en enero de 2008 empleaba a cerca de 300 trabajadores, y ahora mantiene el empleo de poco más de 200, conozco de primera mano el drama del desempleo en personas y familias, y me he determinado en el sentido de propiciar cuantas medidas fuesen precisas, primeramente para la preservación del empleo, en lo cual es ineludible garantizar la pervivencia y viabilidad de la empresa, procurar que quienes han perdido sus empleos, salieran con las mejores condiciones económicas posibles, y vigilando, por que las condiciones sociales, laborales y económicas de quienes lo conservan, no sufrieran un retroceso lesivo a sus intereses. Estoy convencido, de que desde los sindicatos se hace una labor importante, que yo como delegado tengo íntimamente asumida, y tengo asimismo el convencimiento, de que podemos hacer más, desde el nuestro quehacer diario, como trabajadores que somos.
Mi solidaridad con tod@s los trabajadores-as en situación de desempleo, y mis sinceras disculpas, como representante sindical, sin en mucho o en parte, no hemos sabido estar a la altura de las circunstancias.
Un saludo desde la confianza en la esperanza de un futuro mejor, que depende en buena medida de nuestro esfuerzo.
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