Coherencia entre lo que dice en su discurso y lo que realmente hace es lo que le falta a IZQUIERDA UNIDA. ¡Pero no solo en San Fernando, donde gobierna desde hace más de 30 años...!, y para ello nos basta con escuchar a Alberto Garzón intentando justificar los privilegios de su partido con la banca... ¡ellos que precisamente se significan en su discursos por lo contrario!.
Pero si nos circunscribimos al caso de San Fernando, donde el gobierno municipal de IZQUIERDA UNIDA ha jugado a ser promotor inmobiliario privado con el dinero de los contribuyentes de este ayuntamiento. Podríamos referirnos a dos casos tan ilustrativos de ello como poco edificantes políticamente. El más grave y de actualidad; PLAZA DE ESPAÑA SL. que merecerá una atención específica a parte por los los muchos presuntos vicios legales que presenta el proyecto en su gestación y gestión de desarrollo.
El otro caso, ya pasado, pero reciente al que nos vamos a referir aquí, es a ECHEVESTE. Una promoción de viviendas que realizo la EMPRESA MUNICIPAL DE SUELO, sobre una parcela de SUELO PÚBLICO MUNICIPAL.
Pese a ser tanto el promotor una entidad pública dependiente del ayuntamiento, como el suelo sobre el que se construían las viviendas, suelo municipal. A estas viviendas "nunca" se les otorgó tipo de protección alguna, con la vaga excusa de los requerimientos de edificabilidad y calidad arquitectónica, que según el gobierno de IZQUIERDA UNIDA, exigió en su día la dirección general de patrimonio por edificar en el entorno del emplazamiento de la antigua Real Fábrica de Paños...
Una escusa pueril, porque... ¿desde cuando está reñida la calidad arquitectónica con que las viviendas que comprende el proyecto tengan algún tipo de protección social?, ¿desde cuando la imposibilidad de poder levantar no más de cuatro plantas es igualmente limitación para lo anterior?, ¿desde cuando el tener que urbanizar una plaza pública dentro de esta misma actuación imposibilita que en el proyecto residencial se incluyan viviendas sociales con algún tipo de protección?.
Por si fuera poco, la promoción de ECHEVESTE, adoleció también de problemas de "mala gestión" que nacían ya en origen de la adjudicación de la ejecución del proyecto, a una constructora, por una oferta de presupuesto que la dirección facultativa del proyecto informo como "temeraria e irrealizable". Si a ello sumamos la concurrencia de las obras del metro, la rotura de un colector, y la quiebra de la constructora por el estallido de la crisis inmobiliaria. Podremos explicarnos por qué a los vecinos de San Fernando nos salió esta promoción publica de vivienda por el doble de los presupuestado (unos 13 millones más cuando se presupuestó inicialmente en 15 millones ¡incluida la urbanización de la plaza!).
Pero claro, ¿tantos recursos públicos invertidos para qué?, ¿tiene una finalidad social esta promoción de vivienda pública sobre suelo público?.
Pues curiosamente NO, las viviendas se vendieron y se venden ahora como si fueran de renta libre, y la EMPRESA MUNICIPAL DEL SUELO, actúa en competencia con promotores privados de la zona, con la ventaja de actuar con el respaldo de un ayuntamiento, y todo sin cumplir fin social alguno, pues las viviendas no son ni viviendas sociales, ni tienen protección de tipo alguno.
Que esto suceda con un partido como IZQUIERDA UNIDA, que se distingue en su discurso por querer hacer lo contrario, no deja de ser una INCOHERENCIA POLÍTICA MANIFIESTA, eso obviando la pésima gestión realizada de los recursos públicos municipales en este proyecto, que lejos de suponer un beneficio social a los vecinos, son un quebrando para las arcas de su ayuntamiento, generando deudas que al refinanciarse limitan la capacidad de inversión municipal en la mejora del municipio, más en el actual escenario de recesión económica, que trae parejo una caída de los ingresos municipales.
Unas previsiones de caída de ingresos, que los señores de IZQUIERDA UNIDA, no anticiparon en todos su presupuestos de la pasada legislatura, manteniendo o incrementando el gasto en obras públicas estéticas de dudosa productividad y más bien de corte electoralista, que ha lleva al ayuntamiento a una situación presupuestaria y financiera que si no es de las peores, si es preocupante a tenor del tamaño del municipio y su capacidad actual de ingresos.
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