El uso y abuso de las intersecciones reguladas por glorietas, puede llevarnos a despreciar soluciones para regular intersecciones complejas no sólo más adecuadas sino de mejor coste en ejecución y hasta en mantenimiento.
Este es el caso de la propuesta de una nueva "miniglorieta" en el cruce de Solana con Tierno Galván. Una "miniglorieta" que sumaría tres intersecciones reguladas por gloriera en un tramo de menos de 200 metros, haciendo que circular por este tramo sea cuanto menos tortuoso.
No hablamos de un tramo de calle cualquiera, hablamos de parte del anillo distribuidor interior que engloba el casco antiguo de San Fernando, pensado como ronda urbana que distribuyera el tráfico por el casco urbano, posibilitando dentro de su perímetro actuaciones de peatonalización o templado del tráfico. Eso además de ser vía vertebral de parte importante de las líneas urbanas e interurbanas de autobús.
En julio de 2014, la hoy extinta UPyD local, que yo coordinaba, contemplaba este estudio que yo hice de la intersección a partir del mero análisis de la misma y de los movimientos y giros del tráfico motorizado, como también el de peatones y carril bici. Una solución de cruce regulado por semáforos, con ordenación de los carriles de circulación, de los pasos peatonales semaforizados y del estacionamiento en superficie del tramo de la avenida Tierno Galván entre el límite con Coslada y la avenida de Irún.
La solución planteada, resolvía el problema del cruce en esta vía de una manera "natural" como cruce regulado por semáforos en en tramo recto comprendido entre dos glorietas separadas entre sí menos de 200 metros.
Plantear una tercera glorieta intermedia es un abuso ineficiente de este recurso en un tramo saturado de intersecciones reguladas por glorietas que por lo mal que son tomadas por los conductores, tampoco son la panacea en materia de seguridad vial, y que tienen sentido en determinados casos concretos, que no es precisamente el que nos ocupa.
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