Es cierto que la actitud de aviación civil, AENA y del Ministerio de Fomento al respecto de hacer cumplir las rutas aéreas de aproximación y despegue para minimizar el impacto acústico del aeropuerto, están siendo de total y absoluta permisividad últimamente respecto a su reiterado incumplimiento, en serio perjuicio de la calidad de vida de nuestro municipio y de quienes lo habitamos.
Ya de por sí, las “supuestas” medidas compensatorias que va sufragar AENA, si bien tienden a mejorar la recuperación ambiental de un territorio fuertemente degradado como hoy lo es en buena medida nuestro término municipal pese a los esfuerzos ciertos que se han realizado desde la administración local dentro de sus competencias y posibilidades. En poco o en nada evitan el fuerte impacto ambiental del aeropuerto sobre la calidad de vida en San Fernando, ya sea o bien por la contaminación acústica, o la atmosférica que en forma de altos niveles de ozono atmosférico padecemos especialmente en verano en nuestra localidad y otras vecinas.
Si a ello sumamos el incumplimiento deliberado de las mencionadas rutas, el disponer las operaciones de despegue en configuración sur sobrevolando en plena postcombustión de las aeronaves a baja altura zonas residenciales pobladas, tal situación, ya de por sí desfavorable, se hace insostenible.
Por tanto, no puedo sino dar mi más enérgico apoyo a cuantas iniciativas adopte la corporación municipal en pleno, así como las que pueda emprender el movimiento asociativo y ciudadanía de nuestro pueblo, en clara denuncia y protesta por lo que sin duda es un grave perjuicio a la salud ambiental de la ciudad y de las personas que la habitan.
Son muchos los impactos ambientales que padece San Fernando, además de la huella sonora y servidumbres del aeropuerto, concentración de autopistas de gran capacidad, pasillos de líneas eléctricas aéreas de alta tensión, oleoducto, gasoducto, depósitos de hidrocarburos, estación de bombeo, vertedero de residuos industriales de alta seguridad, explotación de áridos a cielo abierto en la ribera y dominio público hidráulico de nuestros ríos, dos ríos que son dos verdaderas cloacas a cielo abierto, asentamientos ilegales, vertidos incontrolados… ¡sólo nos falta ya, que el Ministerio de Defensa nos coloque un campo de tiro… AÉREO!.
Tolerancia CERO a nuevas y más agresiones ambientales sobre San Fernando de Henares por parte de otras administraciones.
La ampliación del aeropuerto de Barajas en su actual emplazamiento, y no me duelen prendas de decirlo, ha sido el mayor ERROR estratégico acometido tanto por los gobiernos del PSOE como del PP… pues uno planificó MAL y el otro DESARROLLÓ y EJECUTÓ LO QUE ESTABA MAL PLANIFICADO…Una infraestructura MULTIMILLONARIA, que a 25 años vista se quedará de nuevo pequeña sin posibilidades de ampliación, imbuida dentro de la trama urbana de Madrid y de su área Metropolitana… es u error de planificación estratégica y urbanístico territorial tan grave como si en su día Pedro Bidagor autor del PLAN GENERAL DE MADRID DE 1946, hubiera previsto construir el aeropuerto en lo que hoy es el Pº de La Castellana, por entonces, un llano y amplio descampado a las afueras de Madrid y su ensanche.
Madrid necesita un nuevo aeropuerto que sustituya a Barajas en un emplazamiento adecuado, pero mientras tanto, hasta que esa necesidad llegue a plantearse en el 2035, se tiene que amortizar la inversión realizada en la ampliación del actual; eso sí, desde la legalidad, y el menor impacto posible al entorno urbano inmediato, dentro de lo que ya de por sí, ha sido y es una considerable agresión ambiental a la calidad de vida en la zona, dentro de la que se encuentra San Fernando de Henares.
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