Rivera ha hecho más campaña por la derecha radical Venezolana -Enrique Capriles era la oposición moderada y no está preso-, que por conocer la verdadera dimensión de los problemas socioeconómicos del país a pie de calle. Como socialdemócrata no me siento cómodo con Ciudadanos, y su social liberalismo de centro, está demasiado escorado a la derecha.
Al PP no le voy a votar, porque sus políticas han sido claramente regresivas para las clases medias y trabajadoras del país, no solo ha cargado todo el precio de la crisis sobre ellos favoreciendo a los más privilegiados, sino que, además, ha recortado en derechos y prestaciones en perjuicio de los menos favorecidos en los peores momentos de la crisis. A ello sumo su concepto de CAPITALISMO DE AMIGUETES, base de una corrupción de la que son reflejo La Púnica, La Gurtell o su contabilidad B.
PODEMOS y su comunismo de nuevo cuño travestido de "socialdemócrata" por Pablo Iglesias, que choca con el viejo comunismo del que dice venir Alberto Garzón... Basa muchas de sus propuestas en imposibles desde el punto de vista de la matemática económica presupuestaria de un país como España que cuenta con los recursos que cuenta, por más que se persiga el fraude y que las grandes rentas tributen más. Por otra parte su concepto de nación y aún de modelo de estado es claramente rupturista y frentista con el orden constitucional establecido, y meterse en un proceso Constituyente no ayuda precisamente a favorecer la estabilidad política, el desarrollo económico y la creación de empleo. El marco constitucional vigente es mejorable, pero no tan malo como para hacer tabla rasa de él. Y ya por último, su postura favorable al referéndum secesionista en Cataluña, es contrario a ese orden Constitucional y abre el riesgo de la fragmentación política del estado en contra de la igualdad se todos los españoles, la solidaridad entre regiones y la unidad legislativa y de mercado.
Me queda el PSOE, que tiene la socialdemocracia como ideología de base, con la que siempre me he identificado. Pero claro, dice en la oposición cosa distinta de la que hace cuando gobierna. Como partido, ha participado como el PP se la institucionalización de la corrupción, sobre todo en los ayuntamientos, y por tanto responsable también de la crisis institucional y política que sufre el país.
En materia de política económica, sus recetas han sido de facto similares a las del PP, aunque, eso sí, con algo más de sensibilidad social. No se cuestiona el orden constitucional en lo fundamental, aunque entiende necesarias reformas, si bien, la última reforma que se hizo de La Constitución fue la del artículo 135 para priorizar el pago de la deuda por encima de todo lo demás, dejando en papel mojado eso de nuestra Constitución que define a España como ESTADO SOCIAL y democrático de derecho...
En definitiva, es que no sé qué hacer, y al final tendrá que ser la opción menos mala, aunque sé, que muchos de mis compatriotas, cabreados y golpeados duramente por la crisis, van a votar en contra de todo lo que les ha traído a su situación individual y colectiva como país. Yo no puedo justificar las opciones más radicales porque son contrarias a mi talante, pero sin duda, soy consciente de sus causas.
¡Pobre España, cuando los ciudadanos medianamente formados e informados no sabemos qué hacer con nuestro voto...!.
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