Las primeras ferias y fiestas de las que tengo consciencia en San Fernando, son las de 1983, cuando contaba con la edad de casi tres años, y la feria se montaba en lo que hoy es la calle Ventura de Argumosa y Parque Eugenia de Montijo, entre las calles Presa y Nazario Calonge.
Yo que he crecido en San Fernando, como todos los niños entonces, asociábamos el mes de mayo con la llegada del verano -cuando no llovía-, y esperábamos al final, porque con él llegaban las fiestas, que eran para nosotros algo especial.
“El día de la Pólvora” era UN DÍA GRANDE y como nos referíamos al primero de los días festivos, pues como ya es tradición en San Fernando, el primer día, el mismo del pregón, víspera de nuestro patrón -por lo general el 29 de mayo-, se tiraban los fuegos artificiales, la popular “pólvora sanfernandina” que es con diferencia el más multitudinario evento de los muchos que se programan en las fiestas.
Con el tiempo, nos hacemos mayores, y vamos viendo las cosas de diferente forma, como es natural, obviamente, no se tiene la misma ilusión que cuando éramos niños, pero quienes tienen hijos la viven renovada a través de sus hijos y quienes son más mayores, nuevamente a través de sus nietos.
Los niños y los jóvenes nos contagian su ilusión y entusiasmo, y sería bueno, que por unos días, en las fiestas, los mayores renováramos nuestra ilusión y alegría de cuando éramos niños y adolescentes dejando a un lado los problemas del día a día, y por unos momentos disfrutar de nuestras fiestas, siendo además cogedores con quienes nos visiten, para que se lleven una agradable impresión de nuestro pueblo y de quienes lo habitamos.
Nuestro Patrón no es Fernando VI mal llamado santo en la plaza que oficial y popularmente se designa con ambos nombres.
Nuestro Patrón San Fernando o Fernando III El Santo que fue al igual que el anterior un rey que reinó en la Edad Media si no en toda España -pues no existía como unidad nacional entonces-, sí en buena parte de ella, en el entonces reino de Castilla, del que fue rey hasta 1252, muriendo en la ciudad de Sevilla, que había reconquistado a los musulmanes que por entonces ocupaban el sur de España.
Humillación ante Dios de San Fernando III rey de Castilla en el momento de su muerte.
El origen de nuestras fiestas tiene por tanto sentido religioso, pero también histórico, pues San Fernando, es el santo de la onomástica del rey Fernando VI que en 1746, fundara el “Real Sitio de San Fernando”, dándole este nombre en su honor.
Es por ello, que el nombre de San Fernando responda con plena justificación histórica a sus orígenes, y que por ello su patrón sea el eje central de sus fiestas, celebrándose así preferentemente desde 1890, pues con anterioridad, sus fiestas principales, eran las de “La Candelaria” entorno al dos de febrero.
Vivimos en un estado “aconfesional” y por tanto, la dimensión religiosa de las cosas queda en el ámbito personal, salvo cuando, como es el caso, forma parte secular de nuestra historia y de nuestra cultura colectiva, y es preciso que un año más lo reitere, porque si bien es cierto que nuestras fiestas tienen -como no puede ser de otra manera y ocurre en otros lugares- un marcado CARÁCTER POPULAR, conviene no olvidar las raíces históricas y culturales (religiosas) que las motivan, razón por la que, un año más, pida al alcalde, y a la corporación municipal, que dejando a un lado las cuestiones ideológicas, participen como representantes de tod@s los sanfernadi@s en el acto central de nuestras fiestas el día de San Fernando, acudiendo a los actos religiosos que la motivan.
Por lo demás, no me cabe más que decir, para que lo gritemos todos al unísono:
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