SOBRE POLÍTICA, PÉRDIDA DE INDEPENDENCIA Y HUMILLACIÓN.
Perder la independencia económica, producto del desempleo, perder el espacio vital para el desarrollo humano, tanto individual como colectivo a nivel familiar, la vivienda, consecuencia de lo anterior, es un drama y una HUMILLACIÓN.
No se trata sólo de datos macroeconómicos, de si sube o baja el IBEX o el DAX, de si se reduce o no la PRIMA DE RIESGO, se trata de la CALIDAD DE VIDA y de las expectativas de futuro y bienestar de millones de personas.
La política, ha de servir a la sociedad en lo concerniente a los intereses de la mayoría, porque, cuando deja de hacerlo, cuando se pliega a los intereses de una minoría, una oligarquía o élite económica, se produce el divorcio de las masas maltratadas por el sistema socieconómico impuesto por esos intereses minoritarios concretos por importantes que sean, con el sistema político y democrático. Y suele suceder a veces, que ante la reacción de las masas descontentas, en uso a su favor del sistema democrático, haya una reacción de esas minorías favorecidas por el orden social y económico que les favorece, en el sentido de MANTENERLO A TODA COSTA, aunque ello suponga, la limitación o supresión de reglas fundamentales dentro del juego democrático.
Por largo tiempo sostenido durante esta profunda y grave crisis, han sido las clases medias, trabajadoras y bajas las grandes pagadoras de las consecuencias de una crisis generada por el ANSIA ESPECULATIVA DE UNOS POCOS, que han corrompido a su favor las reglas del mercado libre, y después se han servido de los estados cuyo intervencionismo siempre rechazaron, para cubrir sus pérdidas con el dinero de los contribuyentes. ESTA ES UNA VERDAD QUE ESTÁ POR ENCIMA DE CUALQUIER IDEOLOGÍA, si es que hoy, siguen existiendo "ideologías".
El problema de la política, no es de ideologías, no es de partidos, es de personas, es de los valores de esas personas, que son reflejo de los valores de una sociedad ENFERMA.
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