Un año más llegan las fiestas de mayo, fiestas patronales en honor a San Fernando (Fernando III El Santo) rey del medievo que responde a la onomástica del rey Fernando VI, este más contemporáneo, fundador del Real Sitio y su Real Fábrica de Paños en el 1746.
El programa cuya portada modestamente se adjunta, es el de las fiestas que nos podemos permitir por el mal hacer de los precedentes, y la poca imaginación y dogmatismo ideológico de alguno de los que están.
Yo me pregunto... ¿por qué seguimos sin iluminar con arcos de luces como hasta 2010 nuestras principales calles y el centro del pueblo?, tan mal estamos como para no poder pagar poner arcos de luces cada entre 5 y 10 metros entre el centro del pueblo y el ferial, cuando se hacía incluso cuando el pueblo con poco más de la mitad de habitantes que ahora, manejaba mucho menos presupuesto.
También me pregunto... ¿por qué hay tan pobre animación en el centro?, ¿por qué no se recupera la tradición de traer pregoneros de fiesta relevantes en el panorama social, cultural y musical del país?, ¿por qué no se mejora el atractivo de la oferta de conciertos?.
Y ya por último, ante la polémica que se suscita todos los años, ¿por qué no se somete a consulta el tema de los festejos taurinos populares sin causar la muerte o daño físico a las reses?, preguntemos a los vecin@s si quieren que su ayuntamiento pague con dinero público la organización de festejos taurinos; y en el caso de resultar que no, si admitiríamos que fueran organizados con fondos y/o patrocinio de particulares. Prohibir por ideología, convierte en imposición lo que no debiera serlo.
Las fiestas no son solo un GASTO, bien organizadas pueden ser ocasión para promover social, histórica, cultural, turística y económicamente nuestro pueblo.
Pero lo cierto es que nuestras fiestas languidecen por la penuria económica a la que nos han abocado los de antes y la estrechez de miras de los de ahora, siendo especialmente triste, no poder usar nuestra plaza más señera, nuestra plaza mayor, la PLAZA DE ESPAÑA, como tradicional escenario de la verbena de nuestro pueblo, permaneciendo incluso en fiestas, no solo vacía y sin vida, sino a oscuras... ¡San Fernando necesita recuperar su hueco corazón, el que constituye su plaza con todo su simbolismo histórico, cultural y social!.
Pero aún así gritaremos con alegría un año más, recordando también a esos vecin@s que nos fueran tan queridos que ya no estén:
¡VIVAN LAS FIESTAS!
¡VIVA EL REAL SITIO!
¡¡VIVA SAN FERNANDO!!
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