Y es que el municipio toledano, sigue apostando por un modelo de desarrollo insostenible desde el punto de vista urbanístico, económico y ambiental.
Cuando la urbanización de "El Quiñón" se va colmatando, consolidando un núcleo de 10.000 habitantes ya residiendo al que se le va dotando poco a poco de equipamientos y servicios. El municipio, que ya supera los 23.000 habitantes sigue siendo un mosaico urbano disperso con cuatro núcleos urbanos separados entre sí e inconexos: Seseña Viejo, Seseña Nuevo, Vallegrande y El Quiñón (la urbanización de Paco El Pocero).
En lugar de ordenar el crecimiento urbano de manera que se logre estructurar por medio del mismo ese mosaico, creando áreas que HAGAN CIUDAD integrando las diferentes áreas urbanas consolidadas, situando allí los grandes equipamientos de futuro, áreas de servicio y comerciales además de viviendas. Nos encontramos contra toda lógica con este proyecto que pretende extender el área urbana al sur de la carretera de Esquivias, donde se prevén sectores para uso residencial con capacidad para unas 7.500 viviendas, además de un sobredimensionado parque industrial para actividades industriales, manufactureras, logísticas y de industria escaparate. En Seseña ahora gobierna el PP, ¡y con el PP ya se sabe...!.
Un POM (Plan de Ordenación Municipal) "desmesurado":
El Ayuntamiento de Seseña aprobó el POM de manera inicial, con la mayoría del Grupo Popular, en un Pleno municipal en 2014 donde se pusieron de manifiesto tanto las prisas como los errores en el planeamiento. El plan urbanístico incluía el terreno de Parquijote como "suelo urbanizable sin ordenación detallada", un proyecto al que el Gobierno de María Dolores de Cospedal ya ponía algunas "pegas" por considerarlo "desmesurado", según han explicado fuentes de la Consejería de Medio Ambiente castellano-manchega a eldiarioclm.es.
El Ayuntamiento de Seseña contestó el pasado mes de diciembre a este requerimiento provocado no solo por el planteamiento residencial de Parquijote sino porque incluía una gigantesca zona verde de 175 hectáreas que no se justificaba convenientemente y ni siquiera se especificaba dónde se ubicaría.
Medio Ambiente confirma que la respuesta dada por el Consistorio a este requerimiento, y que entró en la Consejería el pasado diciembre, aún está siendo objeto de revisión. Además, contemplaba unas proyecciones para 2015 de ingresos por licencias de obras de naves y viviendas de 25 millones de euros. Un plan que fue criticado por IU en una época “en la que no se vendían viviendas” y la construcción continuaba su crisis.
El anterior regidor de Seseña, Manuel Fuentes, por IU, señala que el modelo que consagra el POM aprobado por el PP, no contribuye a integrar los diferentes barrios que de manera dispersa componen el municipio, con los agravantes que para la gestión de los servicios que los vecinos demandan tiene ello.
Por otra parte el actual regidor del PP, indica que Seseña necesita suelo industrial, y parece razonable situar su desarrollo al sur de la carretera de Esquivias que circunvala por el sur el área urbana de Seseña. Pero no en lo referido a nuevos sectores residenciales en dicho emplazamiento, y tampoco la desproporción de suelo productivo que se ha calificado.
El modelo urbanístico territorial de Seseña debe ser REPENSADO en el sentido, de que los nuevos desarrollos residenciales se dimensionen adecuadamente dentro del triángulo que forman los núcleos de población consolidados de Seseña Viejo, Seseña Nuevo y El Quiñón. Y que su diseño y tipologías, permitan generar un tejido urbano de densidad media que con mixtura de usos e inserción adecuada de zonas verdes y equipamientos, permitan vertebrar la ciudad.
El desarrollo de actividad productiva en nuevos polígonos es también necesaria, pero calificando el suelo imprescindible, en continuidad con la ciudad existente, y sobre los terrenos donde suponga menor impacto. Conocer la demanda potencial de este suelo, implica un estudio de mercado que justifique una recalificación tan masiva de terrenos, que hay dudas responsa al interés general de los vecinos, menos que a otros puramente especulativos.
El urbanismo debe servir a las necesidades de los ciudadanos, esto no significa que los actores económicos no tengan peso en el desarrollo de la ciudad, pero sin subordinar a sus particulares intereses el interés general.
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