La editorial de El País del pasado miércoles, se sumaba a la carrera de acoso y derribo contra Pedro Sánchez. ¡Al final este hombre se va tener que exiliar!, y todo, por ser coherente con sus ideas, principios y programa político, y no facilitarle otro gobierno a Rajoy, que se ve salpicado por la corrupción de su partido. Felipe González, Susana Díaz, García-Page, Fernández Vara, Puig y compañía son unos vendidos y han traicionado los principios y valores socialdemócratas en un acto desleal con el secretario general de su partido. Con ello que no esperen mejorar los resultados electorales de Sánchez. PODEMOS será quién acoja a esa parte del socialismo que se siente traicionada por la escisión que está en ciernes, a pique de romper un partido vertebral para España y primero de la izquierda desde la moderación.
¡Y FELIPE GONZÁLEZ...!, si él se siente engañado según ha manifestado públicamente por Sánchez, buena parte del socialismo debe estar como poco decepcionado con Felipe. Un Felipe González que ya no representa al PSOE, desde la comodidad de tu desahogada situación en una de las grandes energéticas de este país que cotizan en el IBEX, a las que poco le importa el problema de la pobreza energética que padecen millones de hogares en un país, donde el régimen tarifario de las grandes energéticas y eléctricas, es producto de sus influencias políticas en los hombres clave de los principales partidos de nuestra "débil" democracia, en contra del interés general de la nación.
Habla Felipe de mentiras y de engaños de un hombre política y personalmente ÍNTEGRO como hasta la fecha es Pedro Sánchez, palabra de un expresidente socialista que poco menos le deja como MENTIROSO. Y llama mentiroso a su secretario general, un expresidente socialista, hoy simple afiliado, al que después de 14 años, el PP le gana unas elecciones en 1996, entre otras cosas, por los múltiples casos de corrupción que salpicaron a su gobierno y al partido, cosa similar a lo que ocurre hoy con el PP y Rajoy.
Sánchez ha sido coherente con el sentir de los votantes socialistas, diciendo NO a Rajoy y sus políticas, siguiendo la hoja de ruta del comité federal del PSOE. Como él mismo ha dicho, no se trata de una cuestión de reglamentos o estatutos, se trata, de subyugar la voluntad de las bases del principal partido de la oposición democrática en España y la de sus votantes, en contra de la estrategia defendida por su secretario general, candidato y portavoz parlamentario, estrategia política aprobada por los órganos del partido, y así facilitar un nuevo gobierno del PP con Rajoy al frente, dando continuidad, a sus políticas contra la mayoría social del país.
Si se quiere cambiar la estrategia de no facilitar el gobierno a Rajoy y explorar un gobierno alternativo, es en un comité federal donde debe plantearse esa alternativa, y votarse. El problema es, que quienes defienden tal cosa, NO QUIEREN RETRATARSE EN ESO CON SU VOTO y por ello, prefieren dimitir, para forzar la dimisión de su secretario general, en un acto ladino y repugnante por la deslealtad que constituye en lo personal y en lo político.
Y así mañana, los conspiradores, intentaran como Casio y Bruto en el senado de la decadente y corrupta república romana liderada por las familias patricias hasta la llegada de Cesar, ASESINAR el proyecto socialista en España, al hacer dimitir a su secretario general, elegido democráticamente en elección directa por vez primera de sus militantes, y se mandarán dos mensaje demoledores:
1º Que el PSOE una vez más traiciona a sus votantes y a los valores de izquierda, poniéndose del lado del PP, como cuando aprobaron la reforma del artículo 135 de La Constitución, que liquida de un plumazo lo que en la carta magna definía así nuestro estado: "España se constituye en un estado social y democrático de derecho..." Al anteponer los intereses de las entidades financieras tras asumir como pública su deuda PRIVADA producto de su mala gestión "política", a los derechos, al bienestar y al futuro progreso material y moral de la nación que es la suma de sus ciudadanos.
2º Que los afiliados, que los militantes del PSOE solo sirven para poner mesas, pegar carteles y repartir propaganda, pues las decisiones sobre quién manda en el partido, y la política que éste debe realizar. Las toman otros desde las poltronas del poder autonómico, a las que están aferrados, corrompiendo muchas veces el ideal y principios socialdemócratas, cuando por ejemplo, se consienten casos de corrupción en perjuicio de los trabajadores, como fue el caso de los ERE y el uso fraudulento de las subvenciones a desempleados, tal como sucedió en la Andalucía gobernada por un PSOE que ahora lidera Susana Díaz en oposición a su secretario general, como una de las muñidoras de una conjura, que nace de su deseo de haber ocupado ella y no Sánchez la secretaría general del partido hace dos años.
¡Y hace bien Pedro Sánchez en no dimitir tras la dimisión de los conjurados en una traición, no a su secretario general, sino a su propio partido y los valores que representa...!, y si dimite, será porque no pueda administrar un cambio de estrategia política, que suponga la rendición del PSOE para que el PP gobierne sin oposición, pese a que los españoles le han negado por dos veces la mayoría absoluta que en 2011 le dieron, y que ha usado para beneficiar a las clases privilegiadas del país. ¡TODO UN FRAUDE DEMOCRÁTICO!, de graves consecuencias para la estabilidad política del país.
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